Oficialmente Sony es el padre del walkman, un nombre adaptado hoy con naturalidad a nuestro vocabulario para definir cualquier reproductor portátil. Este dispositivo se lanzó al mercado en 1979, y este magnetófono con auriculares de tamaño reducido apto para llevar a cualquier parte causó furor inmediatamente en todo el mundo y ha sido un icono ineludible de la década de los 80 y los 90.
Pero hoy ya estamos en el 2011 y vivimos en la llamada era de la tecnología, bueno creo que ya es más de una era que dura. Así que todos para escuchar música o grabarla, hacemos uso de la última tecnología tal como Cd, DvD, lápices USB o Mp3, Mp4, iPod o iPhone…Si hoy día alguien ve en un escaparate de una tienda de España un walkman, una de tres, o los propietarios viven aislados del mundo actual o son unos amantes de lo retro o no venden nada. Es un producto obsoleto y en desuso. Además la propia sony anunció el 24 de Octubre de 2010, cesaba su producción en el país que lo vio nacer, Japón.
¿Cuantos de nosotros no habíamos pasado horas encerrados en una habitación un fin de semana, un día lluvioso y habíamos grabado directamente de la radio o nos dejaban un vinilo y lo pasábamos a cinta, o si teníamos doble platina, grabábamos de cassette a cassette?.Además, realizadas nuestras flamantes copias, como si de un ritual se tratara, escribíamos en las etiquetas adhesivas que se acompañaban en la caja de la cinta y con la mejor precisión y letra posible las etiquetábamos con el nombre del cantante o grupo o con un título inventado tal como, por ejemplo: «Mis Remixes» o «La mejor música de todos los tiempos», «Varios», etc…
Los más osados, entusiastas o románticos hasta se atrevían a dedicar a otros, ya fueran chicas o chicos las cintas recién grabadas y etiquetadas dibujando una © de copyright… 😀
Yo personalmente recuerdo aquellas tardes interminables al lado del radio cassette escuchando los 40 principales y apretando el botón de Record cada vez que sonaba una canción deseada (ese recuerdo me recuerda – valga la redundancia – que comienzo a tener más añicos de los que me gustaría). Después, creyéndote un DJ, compartía aquella preciada grabación con familiares, primos, hermanos, compañeros de colegio; cantando todos y bailando al son de la grabación.O también recuerdo junto a mi hermano mayor y un primo mio, grabar historias inventadas emulando aquellas novelas radiofónicas que sonaban antaño. La verdad, lo pasábamos muy pero que muy bien. Momentos inocentes, puros y por supuesto, mucho más analógicos que los de ahora; Pero felices, muy felices.
Estas son simples nostalgias de un servidor al que esos recuerdos le hacen sentir que ya ha vivido algo, que ha pasado por diversas épocas y tenido el placer de experimentar diversas tecnologías.
Foto | dahemo